El trabajo de un promotor, que suele estar solo en campo, pocas veces es comprobado al momento y generalmente queda al criterio del mismo. Es por ello que una muestra que nos afirme de la certeza y precisión del trabajo se vuelve imprescindible 1. Una manera de comprobarlo es a través de la evidencia fotográfica, de la cual se enlistan aquí algunos usos:
Los puntos de venta estarán mejor vigilados con evidencias fotográficas que demuestran, en efecto, las formas y experiencias de llevar las actividades realizadas en campo.
El promotor puede recolectar en diferentes momentos de la realización de un trabajo, trámite o servicio, las evidencias fotográficas que de manera automática generen un registro. Esto además de demostrar el trabajo realizado, ayuda a la verificación de manera remota y en tiempo real por parte del supervisor, quien a su vez podrá determinar el éxito de la tarea concluida.
En este sentido, la evidencia contribuye a la toma de decisiones inmediatas, como puede ser el requerir alguna modificación antes de retirarse del punto de venta, y así contribuir a eficientar tiempos, recursos y brindar un mejor servicio al comercio o negocio.
¿Crees que un promotor en campo será capaz de recordar dónde tomó todas sus fotos, o cuál pertenecía a qué cliente al terminar la jornada de trabajo? De la misma forma, será difícil comprobar que en efecto estuvo en el lugar indicado.
Por fortuna, hoy día es posible ubicar fotografías geográficamente en un punto en específico bien definido por un sistema de coordenadas. Esto facilita la accesibilidad del usuario a la información a través de lograr un mapeado web de la evidencia fotográfica.
Además de lograr la precisión en la localización espacial es importante una objetividad de la imagen, es decir, que sea fidedigna, no alterada, creada o modificada. Sólo así se garantizará que los puntos de venta estén atendidos con un seguimiento al cumplimiento de rutas de manera gráfica.
La evidencia fotográfica es también una manera de acordar o fijar el trabajo realizado en campo en acuerdo con el cliente. Se valida que lo fotografiado es en efecto el trabajo como se finaliza, y si llegara a manifestarse un reclamo o queja posterior, la evidencia registrada hablará por sí misma.
En este aspecto, será fundamental recabar la firma digital que lo avale como herramienta que permita obtener un punto de vista fijo sobre el tema para entender hechos que de otra forma sería imposible acceder. Ayudará a validar lo planteado y llegar a conclusiones certeras.
Lo anterior otorga una garantía no sólo al cliente, sino al prestador del servicio, producto, o relacionado, ya que existe una evidencia que responde a las necesidades de ambas partes.
En todos estos casos se trata la utilidad de la evidencia fotográfica en su uso exclusivo como fuente de información, documentación y con fines comerciales en puntos de venta. Sin embargo, la recolección de evidencia y material en imagen con distinto uso y fuente servirá también en la construcción de un conjunto de datos y/o base de conocimiento, o como objeto de análisis y reconstrucción en procesos de mejora continua.
Por último es importante tener en cuenta que el utilizar este tipo de herramientas tecnológicas para facilitar el manejo de información en campo ayuda, además de minimizar errores, al seguimiento y control en puntos de venta que a su vez aumenta la calidad del servicio.
Sin Comentarios